¿Hablas tú mi idioma?

sto es lo que yo quisiera preguntarle a mi asistenta. Es que yo creo que hace como los camareros de los restaurantes chinos, que asienten y asienten, pero realmente no tienen ni puta idea de lo que les dices. Solo así se explica que miércoles tras miércoles y viernes tras viernes, mi cuarto amanezca en mi sentido del orden (no es que sea especialmente ordenado, pero ciertas cosas las mantengo siempre en perfecto estado de revista) y cuando a las 12:30 se pira esta señora, ya nada sea como entonces. El siguente día que viene, hablas con ella, para que deje de hacer lo que se le ponga en la pepitilla punta de la nariz y haga lo que debe, pero el resultado no varía. He aquí algunos ejemplos:

• No tires nada: Vamos a ver, señora. ¿Ve usted todo lo que hay en este cuarto? ¿Si? Bien. Pues cuando usted se pire de aquí, quiero que la totalidad de ello siga en el cuarto. Y con la totalidad me refiero a la totalidad total. A ver si me explico con claridad. A mi me gusta conservar todas las cajas de todas mis consolas y demás aparatos. Todas. Creo que entiende lo que quiero decir cuando digo TODAS, ¿verdad? Bien. Como me gusta conservar las cajas, no las tiro. Creo que es normal que algo que se quiere conservar no sea tirado. Es por ello que considero lógico que aquello que no quiero desechar, esté en mi cuarto. Si está en mi cuarto, significa que quiero conservarlo, que es lo contrario de no querer conservarlo, lo cual me llevaría a tirarlo. Por tanto, si ve que hay una caja en mi cuarto, y que, como dictan la lógica y la física, al estar en mi cuarto no está en la zona de la casa habilitada para depositar aquello que deseo desechar, a no ser que pensase usted que mi cuarto es dicha zona, cosa que yo, que vivo aquí desde hace 12 años, le aseguro que es falsa, por favor, POR FAVOR… no la tire. Pero de nada sirvió toda esta ristra de silogismos, ya que aquella misma mañana, a las 13:00 encontré la caja del Guitar Hero, y de otros dos aparatos que yo había colocado convenientemente en el lugar que creí más apropiado, en la caja donde tiramos los cartones y periódicos para el reciclaje.

• No cambies las cosas de sitio: Querida señora mía. Puede usted observar que mis apuntes están colocados en esta pequeña pila de apuntes, accesibles en cualquier momento. A su vez, puede comprobar que el ordenador portatil está colocado en su bolsa, y apoyado a los pies de la mesa. De igual forma, la DS, el teléfono movil y sus respectivos cargadores se encuentran encima de la mesilla de noche. Le ruego que, cuando usted haya terminado su labor, los apuntes estén en su correspondiente lugar encima de la mesa, el portatil siga a los pies de la misma y el movil y la DS así como sus respectivos cargadores, sobre la mesita de noche. No es por nada, es que me infla los cojones desagrada horrores tener que buscar para encontrar los apuntes encima de la televisión, el portatil en la mesa del vestíbulo, y movil y DS, cargadores inclusive, en el mueble donde guardamos la vajilla (verídico).

• No me haga explicárselo de nuevo: Si hay algo que hace que desee estrangularla pierda la paciencia es que me pregunte usted «¿Pero pa qué quiereh tu esah cajah?» ¿Acaso es usted dueña y/o habitante de esta morada? Asumo que no, ya que no he tenido el dudoso placer de tener ningún incidente típico de la convivencia como puede ser pillarla cambiandose en la ducha (y Diox me libre). En tal caso, usted limítese a hacer aquello para lo que es pagada, es decir, limpiar y tocarme los testículos lo mínimo posible. De nada.

Podría seguir horas y horas, pero acabaría por chorrearme la adrenalina por las orejas, y eso es muy malo para mi cutis. Con este comunicado quisiera hacer un llamamiento, primero, a todos los que, como yo, sufren la misma indignación que yo, que no os pisoteen, y segundo, a todas las chachas, limpiadoras, asistentas, doncellas y amas de llaves, por favor, reveladnos el modo de hacer que entendais que no estais limpiando vuestra casa.